Dios de amor, no abrimos nuestras casas con alegría y hospitalidad.
Perdónanos, Dios nuestro.
Dios de gracia, no aceptamos recibir y comer con cualquiera en nuestras mesas.
Perdónanos, Dios nuestro.
Dios de paz, nos cuesta arrojarnos a tus pies, y tenemos mil excusas para no hacerlo.
Perdónanos, Dios nuestro.
Dios de vida, nos cuesta entregarte aquellas cosas preciadas, que tantas veces preferimos guardarnos.
Perdónanos, Dios nuestro.
Dios de justicia, usamos muchas veces argumentos falsos o injustos para hacer lo que queremos y no lo que Vos necesitás.
Perdónanos, Dios nuestro.
Ayúdanos a darnos a Vos como somos, con lo que tenemos y con lo que podemos ser.
Te pedimos perdón,
Y lo hacemos en el nombre de Jesús,
Amén.
P. Maximiliano A. Heusser
(San Carlos de Bariloche, Argentina)