¿Te tomarías un café conmigo, Jesús?
Tengo al fin una pausa en la fatiga
de estos dias sin tregua.
La verdad, la verdad,
yo me he hecho la pausa
porque quiero
escuchar tu palabra.
Si, Jesús, necesito
tu sonrisa, tu rostro,
ese apretón de manos del amigo.
Dime que sí, que vienes
a tomarte un cafe,
a pasar un momento así, conmigo.